Las puertas del auditorio se abrieron de par en par antes de que acabaran los cinco minutos de descanso que concedió Rachel. Los componentes del club de baile que estaban en el suelo se levantaron de un salto, los que estaban de pie cruzaron los brazos y los que llegaron en aquel momento dejaron de esbozar una sonrisa. Chelsea fue la única que sonrió cuando vio a Meg entrar en el salón de actos.
-¿Qué hace ella aquí?- le preguntó Jack a Chelsea en un susurro.
La futura directora del Musical hizo gala de su elegancia, como siempre. Dejó su mochila en un lugar apartado, al igual que la carpeta, forrada con papel de regalo azul y llena de letras de canciones.
-Rachel...- Roger se le acercó y le preguntó- ¿Qué pasa?
Las dos líderes se miraron mutuamente. Rachel sabía perfectamente que algo estaba pasando, pues habían sido amigas largo tiempo y se conocían bien.
Rachel bajó de un salto del escenario para atenderle. Meghan le comentó una cosa en voz baja, y ella le contestó en el mismo tono. Aún no habían dado el paso de reconciliarse.
-¿Por qué irrumpes así en nuestro ensayo?- preguntó Elizabeth.
Meg se volvía incapaz de hablar cuando alguien le hablaba con un tono tan frío y distante. Parecía que se chocaba contra un muro cuando eso sucedía.
-Lizzie, déjalo. No vamos a ayudarle- afirmó Jessica, muy decidida.
-Jessica, cállate. Quizá no sepas el significado de esa palabra. Viene del verbo callar. Búscalo en un diccionario, y añade también a tu vocabulario la palabra "educación"- pidió Rachel, sin mirarle a la cara. Luego, añadió-. Se acabó por hoy. Seguimos mañana. Practicad en solitario o en parejas.
Los chicos y chicas salieron del salón de actos, recogiendo sus mochilas. Hoy no era un buen día para hablar con Rachel, o eso parecía.
-¡Chelsea!- llamó Jack. La chica sonrió, girándose- ¿Tienes un minuto?
-Sí, pero uno. Hoy viene a buscarme mi hermana y... bueno, ya sabes que no le gusta que llegue tarde- recordó.
-Gracias- Jack sonrió-. Sobre la nota del viernes... ¿era cierto lo que ponía?
Chelsea recordó la nota, y su contenido le golpeó en la cabeza como si fuera un balón enorme de baloncesto que pesara el doble en comparación a uno normal.
-Oh... ya. Bueno... yo...- Chelsea movió la cabeza de un lado al otro-. Jack, no sé si sabrás que era el título de la canción que bailamos ahora. Era como un... "¡Te veo el lunes, Jack!".
-Ah... bueno pues...- Jack dejó de sonreír al instante.
-Lo siento- se disculpó ella.
-No importa- Jack le restó importancia, aunque luego añadió-. Andrea.
-Tienes razón- recordó Chelsea-. Hasta luego, Jack. Te veo mañana.
Ella anduvo despacio por el largo pasillo del instituto. Se sentía mal por no corresponderle. Era verdad que se ponía roja cuando le miraba y que le encantaba bailar con él. Pero había decidido no salir con chicos durante largo tiempo. Eso estaba decidido desde hace mucho tiempo.
-¡Al fin has llegado!
-Hola, Andrea- saludó, sentándose en el coche.
-¿Lista para pasar una tarde conmigo? Palomitas, música, Andrea y Chelsea- explicó la otra.
-Claro- respondió, con una sonrisa-. ¿Hoy ponían la película de Shrek?
-¡Sí!- contestó, con una sonrisa.
Hoy les esperaba una tarde entretenida.
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