sábado, 19 de junio de 2010

Capítulo ocho

Chelsea no dijo nada en la cena. Se limitó a comer y a asentir cuando era necesario. Aún no había superado el susto, y no se molestó en ocultarlo.
Ella, después de recoger la mesa y fregar los platos, se puso a ver la televisión. Por supuesto, no tuvo ocasión de relajarse.
-¡Déjalo donde estaba!- pidió Andrea. Chelsea obedeció- ¡Son McFly!
-Ah, sí... bien- dijo la otra, con una pequeña sonrisa.
Estuvieron viendo el programa, en el que también incluyeron nuevas fotos de Jake Brown. Chelsea supuso que Jessica estaría el lunes hablando de ello durante todo el día.
-La joven estrella del pop...- relataba la presentadora, acompañada por un hombre que probablemente sería algún fotógrafo.
-Cherry, ¿podemos hablar contigo?- preguntó su madre.
-Claro, mamá. ¿Qué pasa?- contestó ella.
-Tu padre y yo tenemos que irnos una semana de viaje de negocios- informó la primera.
-Será una semana... Andrea vendrá a echarte un ojo de vez en cuando- contó su padre, pasándole un brazo por encima-. ¿Podemos confiar en ti para que te quedes sola?
-¡Sí! ¡No os defraudaré, papá! ¡Gracias!- les abrazó, con una sonrisa- ¿Cuándo cogéis el avión?
-Martes...- contestó su padre- Ahora vete a dormir, mañana te espera un día largo.
-Gracias, papá. No os defraudaré, lo prometo- Chelsea sonrió.

El teléfono sonaba haciendo un ruido insoportable. El sonido retumbaba en la habitación.
-¿Vas a cogerlo?- preguntó Jennyfer, y al escuchar la negativa, lo descolgó- Alexander.
-¡Jenny, tesoro! ¿Está Jake? ¡Era para decirle que lo del guión fue una broma...! ¿Me lo pasas?- preguntó el representante del cantante.
-No está de humor- contestó, seria.
-¡Por favor!- pidió el que estaba al otro lado del teléfono.
-Adiós, Alexander- se despidió la chica.
-Adiós, cielo- dijo Alexander, suspirando.
El joven le miró. Estaba guapísima. Y le había salvado del que le quitó su guión y se lo escondió en aquel instituto. ¿Quién lo tenía? ¿Cómo se llamaba la chica...? Meghan...

"Meghan..."
Ella estaba tirada en su cama, escuchando por la radio una canción romántica compuesta por un grupo conocido. Ella tenía la vista en el guión, pero su mente estaba imaginando la escena leída. El musical de Jake le parecía precioso. Y lo mejor es que tenía nuevas canciones no incluidas en su nuevo CD.
-Y aquí está el tema "I Don't Want To Miss A Thing", de Aerosmith- explicó el presentador del programa-. Ahora vamos a escuchar una canción de...
Meg apagó la radio. Cerró los ojos y sintió un cosquilleo en su interior.
De repente, cogió un cepillo del pelo y cantó un poco de su canción. La canción más bonita que había compuesto. Y aquella vez se la dedicó a...
-¡Meghan! ¡Apaga la luz y vete a dormir!- gritó su madre.
-Buenas noches...- deseó Meghan mientras obedecía.

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